La Red Súper Argentinos bajan los precios un 20% de manera voluntaria, en un gesto a favor del Gobierno

El Gobierno de Javier Milei anunció un amplio proceso de liberalización económica, a partir del cual quedaron desarticulados los numerosos controles de precios que existían en las góndolas de productos minoristas. Estos controles no funcionaron nunca para contener la inflación, pero amenazaban con provocar situaciones de desabastecimiento, en contra del interés nacional.

Como parte del nuevo marco regulatorio favorable a la libre empresa, la Red Súper Argentinos anunció un esquema de “precios diferenciados” con rebajas de hasta el 20% sobre una amplia gama de productos de consumo masivo. Se trata de un set de 20 productos que componen la canasta básica, entre los cuales se encuentran los siguientes:

  • Azúcar
  • Yerba mate
  • Fideos
  • Harina
  • Aceites de todo tipo
  • Galletitas envasadas dulces y saladas
  • Huevos
  • Leche
  • Pan
  • Legumbres (entre ellas arvejas y lentejas)
  • Puré de tomate
  • Dulce de leche
  • Gaseosas de diversas líneas
  • Té y mate cocido
  • Productos de limpieza y del hogar como lavandinas, rollos de cocina y detergente
  • Artículos de tocador, como papel higiénico y jabón

 

 

Las rebajas comenzarán a aplicarse a partir del día 27 de diciembre, se mantendrán por un periodo de 60 días, y tendrán alcance en todo el país. Se trata de un gesto de buena voluntad por parte de los supermercados, que ahora podrán funcionar normalmente.

“En esta nueva etapa, sin controles de precios, congelamientos y otras formas de intervenir el Estado, los empresarios contribuyen, de manera voluntaria y transitoria, para que el flagelo inflacionario afecte en menor medida a la capacidad adquisitiva de los consumidores”, reza el comunicado expresado por los supermercados.

Se espera un fuerte recrudecimiento inflacionario para enero y febrero, principalmente por la actualización de precios relativos (tarifas y tipo de cambio), lo que es equivalente a liberar inflación artificialmente reprimida.

 

 

 

Por otra parte, por motivos estacionales la demanda de pesos (medida por el M2 del sector privado) comenzará a declinar a partir del mes de marzo y este proceso no se detendrá hasta mediados de junio, cuando comienza el pago de aguinaldos y se proyectan las vacaciones de invierno. Esto también implica una fuerte presión inflacionaria, que el Gobierno buscará contener con una estricta ancla fiscal.

El gesto de buena voluntad no significa ninguna solución para el proceso inflacionario (un fenómeno estrictamente monetario) pero permitirá aminorar el impacto del mismo en el momento más caliente del sinceramiento de los precios, al mismo tiempo en que las medidas anunciadas por el ministro Luis Caputo garantizarán el fin de la asistencia monetaria para el Tesoro.

Se dejará de emitir pesos para financiar el déficit, y al mismo tiempo el Banco Central pondrá en marcha dos “aspiradoras” de pesos a partir de los bonos BOPREAL y las licitaciones del Tesoro para cancelar Adelantos Transitorios.