La Argentina del eterno retorno: Perón, los militares y Alfonsín también pusieron restricciones al acceso de dólares para viajar

El Banco Central tomó ayer una inesperada medida que sorprendió a propios y extraños, pero que cuenta con versiones análogas a lo largo de la historia argentina: para desalentar la salida de dólares a través del turismo luego de la apertura de fronteras y el levantamiento de restricciones en el marco de la evolución de la pandemia, el BCRA estableció que las entidades financieras no podrán ofrecer a través de las tarjetas de crédito cuotas para ningún servicio turístico en el extranjero.

Esta decisión vinculada a la escasez de reservas de la entidad monetaria en un contexto de recesión e inflación ya había sido aplicada hace 72 años por el propio Juan Domingo Perón durante su primera presidencia. Asimismo, hubo decisiones similares durante la última dictadura militar y en el ocaso del gobierno alfonsinista en medio de la hiperinflación.

Una imagen de la tapa del periódico La Gaceta evidencia el primer antecedente de una medida restrictiva como la que tomó ayer el Banco Central. La misma es del 23 de octubre de 1948 y da cuenta del anuncio que dice en letras negras: “No entregarán divisas para viajes al exterior”.

De esta manera, queda en evidencia que la restricción aplicada sobre el turismo ante la falta de dólares no es creatividad exclusiva de este Gobierno sino que fue implementada 72 años atrás por el propio fundador del partido que ejerce el poder en la actualidad.

“Hace falta algo nuevo. En 1948, el ex Presidente Juan Perón, inauguraba la restricción a la demanda de dólares, conocida como CEPO CAMBIARIO. Estamos en el 2019 y el Partido Peronista sigue haciendo lo mismo. Precisamos nuevas ideas para conseguir nuevos resultados. Aún estamos a tiempo”, escribió el analista Gustavo Segré en su cuenta de Twitter hace dos años y su posteo rápidamente se viralizó. Por estas horas volvió a circular.

1983: “Suspenden las ventas de dólares para importaciones y viajes”

El sábado 1 de octubre de 1983 el diario Clarín tituló en su tapa con lenta imprenta mayúscula: “Suspenden las ventas de dólares para importaciones y viajes”. Otra vez se repetía en la historia argentina una medida restrictiva respecto al mercado de cambios que respondía a una crisis económica.

Para entonces el país estaba gobernado por el último presidente de facto de la Nación, Reynaldo Bignone, cuyo mandato se extendió desde el 1 de julio de 1982 hasta el 10 de diciembre de 1983.

La dictadura iniciada en 1976 estaba concluyendo cuando el gobierno de Bignone tomó una medida similar a la del Banco Central ayer al limitar la venta de pasajes en moneda extranjera.

Se vivían horas dramáticas y la economía tenía su complejidad en un contexto el que se sucedían los paros a poco tiempo del retorno a la democracia.

“Las fórmulas autoritarias del kirchnerismo no son ni siquiera originales. A Bignone ya se le había ocurrido”, cuestionó hoy en Twitter el presidente de la UCR Alfredo Cornejo.

1989: “Suspenden la venta de dólares para viajes”

Seis años más tarde, durante el final del gobierno de Raúl Alfonsín, y a pocos días de entregarle el mandato al entonces presidente electo Carlos Menem, se implementó nuevamente una medida para evitar el drenaje de divisas.

La tapa de los controles a un mes de la llegada de Menem y la salida de AlfonsínLa tapa de los controles a un mes de la llegada de Menem y la salida de Alfonsín

Según se puede constatar en la tapa del diario Clarín del 9 de junio de 1989, el Gobierno decidió suspender la venta de dólares para viajes en un contexto de crisis económica y de un coletazo de hiperinflación que dejó severas consecuencias a largo plazo.

Un funcionario que fue protagonistas por esos días de la política vernácula recordó ante a Infobae que los tres episodios tienen como denominador común o hilo conductor la incertidumbre política que agrava una situación económica delicada.

“El de ahora tiene la particularidad de que la desconfianza ocurre en un contexto externo netamente favorable: con un plus de 10 mil millones de dólares por mejoras en los precios internacionales de las exportaciones y en mayores vólumenes más USD 4.500 millones por DEG que giró el Fondo Monetario Internacional. Argentina se sacó dos loterías y está con este drama que obliga a frenar la sangría de reservas con una medida como esta del cepo a los pasajes aéreos. En este caso, el actual, estamos ante un problema inventado, un daño autoinfligido”, consideró.