Carnicería predecible: comenzó el fuego cruzado en el kirchnerismo

Desde la noche del domingo que no cesan las versiones sobre lo que ocurriría dentro del seno del Gobierno argentino tras la hecatombe electoral. Aunque Alberto Fernández envió a sus colaboradores a asegurarle a la prensa que no pensaba (al menos por ahora) tocar el gabinete, varios trascendidos aseguran que su vicepresidente (y jefa política) le habría pedido la cabeza de —al menos— un par de ministros. Los rumores indican que las carteras que CFK pretende modificar en lo inmediato son las de Economía y Producción. Amado Boudou se puso el traje de vocero, salió a sugerir la salida de Marín Guzmán y Matías Kulfas le saltó a la yugular. El fuego cruzado en el kirchnerismo ya es público.

Mientras comienzan los manotazos de ahogado para tratar de repuntar la situación en la provincia de Buenos Aires, con proyectos insólitos como el de aumentar los salarios públicos y privados mediante decretos presidenciales, el núcleo duro del cristinismo salió a marcarle la cancha al presidente, que se niega a meter mano en el gabinete en lo inmediato.

En declaraciones de esta tarde, el exvicepresidente de Cristina, señaló: “Nuestro espacio político hizo una mala elección. Sería interesante tratar de desmenuzar con calma y tranquilidad cuáles han sido las aristas”. Para Boudou, existe un “problema” en el Ministerio de Economía, ya que “la hoja de ruta” del ministro Guzmán, “no se ha podido destrabar”. En este sentido, acusó abiertamente al titular de Economía de tener prioridades cuestionables, como las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. También señaló que el funcionario “no habla de economía”, sino de “finanzas”.

Cabe recordar que Kirchner ya había dicho en el pasado que su Gobierno, había funcionarios que “no funcionaban”, supuestamente haciendo referencia a los ministros de Economía y Producción. Y fue justamente el titular de esa cartera el que salió a defender a Guzmán, del ataque del exministro y vicepresidente multiprocesado.

“A mí me encantaría contar con la situación macroeconómica que tenía la Argentina cuando Amado Boudou fue ministro de Economía”, indicó Kulfas, con respecto a las declaraciones previas de Amado Boudou. Sus palabras hacen referencia al contexto extremadamente favorable con el que contó el exministro durante la primera etapa del kirchnerismo. Por esos días, Argentina había salido de la convertibilidad con el dólar y contaba con los precios internacionales de las commodities por las nubes. Un “viento de cola” excepcional, que definitivamente no tiene la actual gestión.

¿Lo que hay que hacer?

Santa Cruz le aportó probablemente la derrota más significativa al kirchnerismo este fin de semana. En el distrito natural de los K, la gobernadora, Alicia Kirchner, fue al hueso y le pidió la renuncia a todo su gabinete provincial.

Desde sus redes sociales, la diputada cristinista Fernanda Vallejos dijo “es lo que hay que hacer”, con respecto a los duros cambios que tienen lugar por estas horas en el Sur. No hay mucho que interpretar: mensaje del cristinismo a lo poco que quedó en pie del albertismo, luego de la salida de Marcela Losardo del Ministerio de Justicia.
¿Alberto mentiroso?

Tras la derrota, el presidente Fernández aseguró que el Gobierno corregiría las cosas que tiene que corregir y no volvería a repetir los errores de los primeros dos años de mandato. La que le respondió fue la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, otra cristinista de paladar negro:

“El presidente volvió a prometer, pero no sé si estamos para creerle o no, porque él dice muchas cosas que después no cumple”.

Dos años largos le quedan al Frente de Todos con la situación económica actual, la insistencia de medidas económicas contraproducentes y los tiroteos internos, que por ahora no hacen más que ir escalando con el correr de las horas.