Llegan los tarifazos en medio del desabastecimiento de combustible: La nafta se está vendiendo a más de $600 en algunas localidades del país

El ministro Sergio Massa arremetió contra Javier Milei, alegando que las tarifas de combustible pasarían a costar hasta $600 en caso de que el candidato liberal venciera en las próximas elecciones. Lo cierto es que el Ministerio se mostró completamente abstraído de la realidad: la nafta ya se está vendiendo a más de $600 en diversas localidades a lo largo y ancho del país.

El desabastecimiento generalizado y los rumores por nuevos tarifazos autorizados por el Gobierno obligaron a algunas empresas a trasladar fuertes recargos de hasta el 25% sobre los precios de surtidor. Cientos de usuarios de la Provincia de Buenos Aires y el AMBA reclaman que las tarifas están aumentando sin control, pese a la reglamentación de cupos por automóvil.

También proliferan las ventas en diversos mercados alternativos que están surgiendo para paliar la falta de abastecimiento en las estaciones de servicio convencionales. El Gobierno emprendió numerosos operativos para proceder al arresto de múltiples vendedores en el mercado negro, pero la situación se está saliendo de control. Este tipo de comportamientos es típico de la represión de precios.

El sistema de transporte público de pasajeros también comienza a verse afectado por la falta de nafta y gasoil. La Provincia de Jujuy sufrió una importante caída en la frecuencia de colectivos, afectando así a miles de personas que dependen de este medio para trabajar.

Los referentes de la UTA de Jujuy confirmaron que a partir del día de hoy los servicios de colectivo para pasajeros tendrán una reducción de por lo menos el 20% con respecto a su frecuencia habitual. Y la situación seguirá empeorando hasta que no cese la escasez de energía.

Las autoridades encabezadas no dieron ninguna respuesta concreta para solventar el desabastecimiento. El Ministro amenazó vagamente a las empresas energéticas con prohibir terminantemente las exportaciones a partir del día miércoles si no se resuelve la escasez, pero la amenaza no es para nada sustentable teniendo en cuenta la delicada situación de reservas del Banco Central.

 

 

Si el Ministro avanzara con el cese de las exportaciones en el sector energético, el impacto en materia de ingreso en divisas podría ser verdaderamente superlativo, y costaría aún más sostener el cepo cambiario y postergar la devaluación del dólar oficial hasta después de las elecciones como pretende el oficialismo.

Habría aún más problemas para financiar las importaciones de insumos estratégicos, y la crisis energética no haría más que agravarse debido a la falta de medios para financiar los pagos a proveedores de combustible importado. La prohibición de exportaciones no es una carta que Massa pueda jugar a la ligera, y el margen de maniobra para hacerlo es muy acotado.

Las empresas energéticas demandan un fuerte aumento del precio de surtidor para compensar la brecha que se generó con respecto al precio de granel en los últimos meses, y más aún desde que Sergio Massa asumió la dirección de la política económica. El valor real de las tarifas de combustible llegó a los valores más bajos desde el año 2015, y los más retrasados en lo que va del Gobierno de Alberto Fernández.