El peronismo, el gran excluido de las listas del Frente de Todos

Dentro del Frente de Todos, el peronismo fue la principal víctima. Repasando las listas de CABA y de provincia no consiguió ningún lugar de relevancia y hasta los intendentes fueron desplazados de toda participación.

Uno de los grandes vencedores fue el presidente Alberto Fernández. Consiguió colocar a las dos cabezas de lista en provincia –Victoria Tolosa Paz- y en CABA –Leandro Santoro-; evitó el desplazamiento de sus ministros cuestionados –Santiago Cafiero, Matías Kulfas y Martín Guzmán-, y hasta consiguió ponerle bolilla negra a la representante de la línea de Cristina y Axel en materia económica, Fernanda Vallejos. Sólo debió lamentar la inclusión en el quinto lugar de Agustina Propato, esposa de Sergio Berni, quien había amenazado con ir con lista propia caso contrario.

Sergio Massa mantuvo su capital legislativo, colocando a Marcela Passo en tercer término y a Mónica Litza en el puesto once de la lista de provincia. Jorge D’Onofrio, finalmente, quedó relegado a un lejano veinte puesto.

La Cámpora también colocó a los propios: la concejal de Chivilcoy, Constanza Alonso, en el puesto nueve y el de Tandil, Rogelio Iparraguirre, en el catorce.

Aunque se anunciaba que Cristina era la “dueña de la lapicera”, tanto ella como Axel fueron los grandes derrotados en el loteo de cargos. Apenas sí pudieron ubicar a Daniel Gollán en el segundo lugar, al alfonsinista Leopoldo Moreau en el sexto y a Vanessa Siley en el séptimo.

Por el lado del sindicalismo, el jefe de la CTA, Hugo Yasky, podrá reelegir con su octavo lugar, y Sergio Pallazzo (Bancarios) licitó un sorprendente cuarto puesto.

Muestra de lo cruel que puede ser la política, el ministro Daniel Arroyo quedó postergado al duodécimo lugar, sin que nadie se preocupara por ubicarlo en un puesto más destacado.

Julio Pereyra –histórico barón del Conurbano-, se quedó con el diez puesto, pero los intendentes fueron barridos de la lista. Si bien algunos consiguieron ser incluídos en las listas para la Legislatura bonaerense, como Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Alejandro Dichiara (Monte Hermoso), otros que parecían gozar de la protección presidencial debieron resignarse a “mirarla por TV”. Sobre todo, llamó la atención la exclusión de Juan Zabaleta (Hurlingham), quien venía prestándole grandes servicios a Alberto, y hasta consiguió la exitosa reunificación del PJ de Corrientes. No sólo no figuró en la lista de diputados, sino que tampoco pudo alcanzar un acuerdo con La Cámpora en su distrito, por lo que optó por inscribirse él mismo como primer concejal de una lista para las PASO.

Por más que se prometió tener en cuenta a los excluidos hasta ahora de cargos en el Frente de Todos, no se trató más que de una ilusión. Los movimientos sociales fueron prácticamente dejados de lado. El coordinador de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, por ejemplo, fue relegado al puesto dieciséis. Al espacio Convergencia Federal –liderado a nivel nacional por Alberto Rodríguez Saá-, se le ofreció un puesto a la cola de la lista para Gabriel Mariotto, quien rechazó la propuesta con duros términos.

En Capital las tensiones de los últimos días se resolvieron sin dramatismo. Víctor Santamaría ubicó a su pupila Gisela Marziotta en el segundo lugar en la lista de diputados nacionales, detrás de Leandro Santoro, y Carlos Heller quedó tercero. Al ocupar Marziotta el lugar preasignado a la vicepresidenta del PJ porteño, María Rosa Muiños, se ubicó al defensor del Pueblo, Alejandro Amor, en el primer lugar de la lista de Legisladores, a cambio de la defensoría para Muiños. La casa está en orden en el Frente de Todos porteño.

En #EsJuntos el panorama no presentó demasiadas sorpresas. Horacio Rodríguez Larreta puso a “todos adentro”, condediéndole dos lugares a Daniel Angelici y otros tantos a Patricia Bullrich en la lista de María Eugenia Vidal. En provincia consiguió cerrar un acuerdo de última hora para que Gustavo Posse apoyara la lista de Diego Santilli, y la conformación de una lista compartida a nivel municipal en San Isidro.

Menos ordenado fue el cierre de Facundo Manes, quien terminó incluyendo en su lista a dos candidatos tan heterogéneos como “El Dipy” y Jesús Cariglino en su boleta. Después de muchos tironeos, Margarita Stolbizer aceptó quedarse con el cuarto lugar.

Finalmente se concretaron los temores de Rodríguez Larreta para las PASO de #EsJuntos de la CABA, con la presentación de dos listas competidoras, encabezadas por Ricardo López Murphy y Adolfo Rubinstein. Su perfomance electoral es una verdadera incógnita.

Tal como resulta habitual, la lista de Florencio Randazzo quedó en terapia intensiva. En las últimas semanas experimentó muchas bajas: se le fueron Pichetto, Joaquín de la Torre y Juan Manuel Urtubey, las encuestas confirmaron su caída en picada y la jornada de cierre fue desprolija y controversial. A punto tal de que circulan rumores de que terminaría dándose de baja de la competencia electoral.

El cierre de listas generó un clima de hostilidad al interior del Frente de Todos. El peronismo, el kirchnerismo tradicional, los intendentes y la propia Cristina fueron los grandes perdedores, y existen dudas sobre la incidencia electoral que pueda tener el “fuego amigo”, y si los descontentos terminarán optando por votar por opciones más doctrinarias, como por ejemplo “Principios y Valores” de Guillermo Moreno.

En la CABA, la lista del Frente de Todos sepultó al peronismo, con dos radicales –Santoro y Marziotta- y un ex PC –Carlos Heller- en los lugares “entrables”. Para peor, ninguno de ellos tiene territorio propio, y no generan empatía alguna en el electorado histórico del peronismo de la CABA.

En #EsJuntos preocupa el nivel de confrontación que pueda alcanzarse en las PASO de la provincia, y el interrogante sobre el voto de los menores de 25 años, entre los que las candidaturas de Javier Milei y de José Luis Espert, que en provincia será acompañado por Carolina Píparo, podrían causar estragos.

Es que los jóvenes y sus demandas fueron excluidos de las listas de las dos coaliciones principales, y recién después del cierre de las listas comenzaron a advertirse sus potenciales consecuencias.